A punto de cumplir 20 años sobre los escenarios, la banda Alma Letal continúa al pie del cañón. Tiempo después de Despertar nos llega 19 punto y seguido, compendio de diez canciones de creación propia autoproducidas y financiadas por los miembros.
El grupo manufactura un rock deudor de los subgéneros urbanos, andaluz o incluso del funk, según la canción. Las guitarras se muestran desnudas y directas, rítmicas y repiqueteantes en un sentido atractivo. Alma Letal ofrece una visión rockera sin grandilocuencias, humilde desde sonoridades minimalistas y con fluidez.
La labor de Juan Manuel Gómez al micrófono resulta sincera, inmersiva en el mundo íntimo y empático de las letras. El vocalista admite su registro y no lo fuerza en busca de algo que no es. Otro punto a favor del grupo es su compenetración compositiva. Bajo, batería y guitarras se entienden, evitan pisarse y fijan la mirada en el objetivo común.
Puede que 19 punto y seguido no suponga un álbum revelador en un sentido artístico amplio, pero sin duda resulta la prueba de que el cuarteto sabe ordenar las piezas del puzzle para darnos un trabajo sólido de soft rock con algún poso pop. El disco está diseñado para disfrutar desde las primeras escuchas. No es agresivo o sorprendente pero sí profundo y hermético en su sencillez.
En su formato físico 19 punto y seguido ve la luz en caja de plástico estándar. Galleta y fondo forman un extenso collage de fotografías en blanco y negro con los músicos en directo, cartelería, instantes de la grabación, etc.
La edición contiene un libreto de ocho páginas con las letras de las canciones en tamaño pequeño junto a fotografías a color -principalmente reflejan momentos de la creación del disco- y créditos técnicos y agradecimientos individuales en sus páginas centrales que se ven completados en su contraportada. Un producto digno para un álbum autofinanciado.
19 punto y seguido es un disparo a medio camino entre la nostalgia del gran rock que fue y el placer de recuperar vibraciones rockeras castizas bien entrado el siglo XXI. La música solo muere si la matamos, y Alma Letal, con su dispar producción discográfica en el tiempo y sus enormes ganas, se transforman en aire fresco para los pulmones del rock español. Una sonrisa de álbum para propios y extraños.
AltFloyd 