En septiembre del año pasado El Niño Erizo se presentó ante el público durante el festival Abyda Sound de Jaén. Durante la primera mitad de 2018 el quinteto andaluz ha grabado El problema se resuelve con abrazos, primer ‘mini-LP’ que ahora ve la luz editado por Flor y Nata Records con distribución digital de Altafonte y física de Discmedi.
El álbum apenas supera la media hora de duración. Se compone de seis canciones más una versión acústica de Copa eterna. La música del grupo bebe con fruición de la escena indie rock nacional en su vertiente electro, oscura y lánguida.
León García canta desde un registro contenido, gris, en consonancia con las sonoridades generales de El Niño Erizo. La composición de Raúl Serna a la guitarra -junto al propio García- se coloca en primera posición, sobre sus compañeros. Luce medida, ajustada y falta de expresiones musicales lacerantes.
El post-rock y el rock alternativo de muros grises y planos hace su aparición en el álbum. A El problema se resuelve con abrazos le falta ímpetu artístico, ganas de superar los antecedentes y sobrevenirnos desde los auriculares. Las canciones se sostienen con suficiencia, pero no tenemos sensación de escuchar nada nuevo.
El disco sirve como adecuada presentación. ‘Aquí estamos, ésto somos hoy’, parece decirnos el grupo. Su rock espacio-electrónico y sombrío funciona por sí mismo. La producción del también bajista Miguel Beltrán ayuda al conjunto en su aspiración outsider.
El problema se resuelve con abrazos nace en físico como caja de plástico. En su contraportada tenemos el listado de canciones con su duración y… ¿es un mensaje en morse?¡En efecto! Lo admitimos, El Niño Erizo nos ha sorprendido con este añadido.
Una vez abierto, el fondo negro mate sostiene un CD cuya galleta es tan sobria como atractiva, por algún motivo. El libreto de cuatro páginas incluye la letra de Hoy en un formato curioso, así como fotografías de los músicos e información técnica escasa.
El problema se resuelve con abrazos es correcto, sabe hacia dónde se dirige. Los amantes del género disfrutarán con él. El grupo no se lanza por el momento al vacío; no perdamos de vista el contexto: ‘mini-LP’ de presentación que cumple con creces lo esperable en estos casos. El Niño Erizo nace con iniciativa.
AltFloyd 