Humano – Ecos De La Hysteria

Humano Ecos de la Hysteria

En 2016 Ecos de la Hysteria dio que hablar con su EP homónimo de cinco pistas. Dos años más tarde regresan con su primer larga duración de estudio, de nombre Humano. En él deben demostrar que su debut no fue un espejismo ni un golpe de suerte.

La propuesta de los de Valladolid supone una mezcla de rock alternativo con visos de metal y hardcore extremo en algunos puntos. De este modo los riffs melódicos y pausados se ven rotos por guturales y guitarras ásperas y afiladas. Pese a todo Humano supone un viaje asequible para el oído versado en el mencionado alt-rock.

Para tratarse de un debut comprobamos que Ecos de la Hysteria controla bien sus instrumentos en las manos, con capacidad de mejora aun así. La producción de Marcos Ortega cumple, si bien no terminamos de convencernos de que haya extraído todo el juego al material grabado. Valentín Domínguez colabora con la banda en el tema Horizonte.

El debut en largo del grupo muestra sus muchas caras. Su tendencia a los sonidos grises, a la melancolía, hacia el intimismo y a los arrebatos de furia, todo unido y revuelto. Humano guarda influencias del rock alternativo contemporáneo de los principales países de habla anglosajona.

Humano ve la luz en caja de plástico. Con la galleta copiando la estupenda imagen de portada (aplausos para Jarek Kubicki y sus fríos diseños) y un fondo sin chicha, el verdadero valor del álbum físico estriba en su libreto de ocho páginas. Las letras de las canciones se acompañan por fotografías editadas muy trabajadas, que nos sumergen en el imaginario de Ecos de la Hysteria. Bien hecho. La contraportada recoge créditos y agradecimientos.

De apariencia dura, el álbum se deshace hacia derroteros de marcado carácter melódico. Sus aportaciones extremas terminan en fragmentos anecdóticos en el conjunto. Ecos de la Hysteria revitaliza a su modo los sonidos rock juveniles, si bien muestra su mejor cara cuando endurece el rostro. Humano es una base sólida desde la que saltar. Se adivinan agallas e ímpetu en la búsqueda de una personalidad propia.

Siete Bueno

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