El primer disco desde el estudio de Arumbo lleva por nombre Camino de vuelta. Se trata del proyecto artístico de la catalana Marta Meix y del belga Jonas Mertens, quienes han paseado su música por Europa y tras tres años de viajes al fin entran a grabar. Edita Gaser Discos y cuenta con las colaboraciones de La Pegatina en Soleando y de Gerammel & Geboenk en El lobo.
Arumbo cae de lleno en el mestizaje festivo que triunfa en festivales y alegra oídos optimistas. La vocalista se sube a caballo entre el pop y el flamenco en algunos fragmentos, en especial los más pegadizos de los estribillos.
Camino de vuelta sabe convertirse en ambientación tranquila cuando es preciso, si bien no es ésta su faceta principal. Castellano, catalán, francés… el álbum no solo suma instrumentos con solvencia, también entremezcla lenguas y culturas.
El primer trabajo de Arumbo supone un sendero de colores, de sonidos que evocan olores y bailes exóticos o más callejeros. El dúo -junto a sus múltiples compañeros de grabación- consiguen al mismo tiempo una composición variada y técnicamente agradable junto a un resultado final atrayente, sin renunciar a melodías suaves.
Camino de vuelta ve la luz en jewel case de plástico, con galleta monocolor verdiazul y fondo negro. El libreto de 12 páginas contiene las letras junto a ilustraciones de los músicos en plena sesión de grabación. En su contraportada se agrupan los agradecimientos, créditos técnicos y otra información de interés. Se trata de una edición somera pero suficiente en un debut.
Arumbo nace en nuestros auriculares con un trabajo bello, una montaña rusa emotiva que refleja los vaivenes de la vida con pureza de espíritu. Con estos inicios mestizos y multi-geográficos el dúo promete subirse a los escenarios ante un público cada vez más numeroso. Inicio discográfico muy disfrutable.